SI NO HAY COMPRADOR, NO HAY TRÁFICO


En este año de la Biodiversidad queremos desde ANAGEF, donde nos preocupamos precisamente por el legado que quedará para las futuras generaciones, hacer un llamamiento hacia algo que está sucediendo a gran escala en todo el mundo y que afecta de forma DIRECTA a la diversidad biológica. Nos referimos al tráfico de especies exóticas. El tráfico legal de especies ya es inaceptable de por sí pues es un negocio que se basa en la posesión de caprichos absurdos. Pero el tráfico ilegal es enorme. Muchos millones de aves se comercializan ilegalmente. SIN contar con los que mueren antes de llegar a su destino final, se venden, extraídos de la vida silvestre, más de 30.000 primates, unos 3 millones de reptiles, unos 600 millones de peces ornamentales… Pero también hay que sumar la venta en los propios países de captura (hasta 40.000 animales salvajes son capturados en Costa Rica sólo para satisfacer el capricho de sus habitantes y en Venezuela se venden también más animales capturados de forma ilegal que los que se exportan). No es de extrañar que haya especies a punto de extinguirse debido a este tráfico y que se han extinguido especies. El tráfico ilegal de fauna es el tercer negocio más lucrativo del mundo, después de las drogas y las armas, moviendo unos 160.000 millones de euros al año. A pesar de la pena de prisión y la fuerte multa, sigue habiendo contrabando, y la causa es que en EEUU y Europa existe una gran demanda porque siempre hay caprichosos que van a la tienda de animales a por antojos.
Este pequeño tití pigmeo fue capturado ilegalmente en la Amazonia colombiana y la foto la tomé allí mismo, en la tienda de su "propietario".
En la Amazonia hay redes de traficantes de animales que abastecen a los coleccionistas, zoos y tiendas de mascotas en Europa y EEUU. Cada año sólo en Brasil se capturan ilegalmente en la selva 38 millones de animales para el comercio negro. Sólo uno de cada diez llega con vida a la tienda de animales o al coleccionista en los “países desarrollados”. De Amazonia provienen de 65.000 a 75.000 psitácidos comercializados ilegalmente.
Anfibios, reptiles, tarántulas, son vendidos ilegalmente en los mercados de Buenos Aires. El comercio ilegal de fauna silvestre mueve anualmente en la Argentina unos 50 millones de dólares. Hay especies amenazadas tortugas de tierra (que sufren un tráfico muy intenso y se están comprando ilegalmente en España, adonde llegan en las valijas de los traficantes), serpientes y aves que están viéndose muy afectados por esta captura. Los loros barranqueros y las cotorritas son los más afectados por el comercio ilegal.

Este loro barranquero fue capturado ilegalmente en la Patagonia argentina y estaba en venta en un mercado de animales de Europa.

Tailandia es un punto internacional del mercado negro de decenas de especies de tortugas amenazadas de extinción, incluyendo las más raras del mundo. Estas tortugas se destinan al mercado de mascotas en Japón, Malasia o Singapur.

En 2008 visitamos el mercado de animales más conocido de Istambul, Turquía, y encontramos multitud de psitácidas ilegales. (Las psitácidas son los loros, cotorras y demás parientes). Las poblaciones silvestres de estas especies disminuyen dramáticamente por culpa del mercado negro.

Y, por ello, entre las psitácidas hay más especies amenazadas de extinción que en cualquier otra familia ornítica ¡Nada menos que 94 especies en la Lista Roja!. El egoísmo humano es la causa principal, ese afán de poseerlo todo. Hay una grave demanda de este tipo de aves para tenerlos en casa como mascotas. En las fotos siguientes, loritos del Senegal: un ejemplar en condena perpetua de privación de libertad y otros congéneres aún libres en su medio natural.

La solución está en controlar también el comercio legal, pues ya sabemos que “donde se hace la Ley, se hace la trampa” e incluso que “quien hizo la ley, hizo la trampa”. Así que mientras haya comercio, habrá comercio ilegal oculto. Se tolera el inclumiento de las leyes de CITES (Convención Internacional de Tráfico de Especies Amenazadas) y no se sanciona como es debido. EEUU era el mayor importador mundial de estas aves capturadas en estado silvestre, pero se creó una Ley de Conservación de Aves Salvajes y ahora no se importan legalmente desde estado salvaje. Pero en Europa no hay escrúpulos para la importación de aves silvestres. Es el principal comprador.
En tres años (1997 a 2000), la UE importó casi medio millón de aves capturadas en estado salvaje de 111 especies distintas.

Aquí tenéis una tristísima imagen de una cacatúa presa entre barrotes, en una oscura habitación del mercado de animales de Istambul, donde saqué la foto. Una cacatúa sin anilla que seguramente nació libre pero las veleidades de la fortuna fueron dramáticamente terribles para ella.
Al ser especies longevas de crecimiento lento (es decir, que viven mucho tiempo y tienen poca descendencia a lo largo de su vida), no pueden soportar esta presión. La venta de estas aves está destruyendo la biodiversidad de sus lugares de origen y no apoya DE NINGUNA MANERA el desarrollo de las poblaciones humanas locales. Al contrario, se está explotando sus recursos hasta el abuso. Lo que hay que promover es el turismo sostenible y ecológico para, por ejemplo, observar a estas aves en libertad. Nosotros, por ejemplo, estamos encantados de visitar estos países para poder observar a las psitácidas en su estado salvaje. Esto sí que genera empleos sólidos para guías de naturaleza y demás equipos humanos. El tráfico ilegal lo que hace es explotar a la gente, machacar la vida natural de sus lugares y beneficiar económicamente a los pocos listillos sin escrúpulos que viven en la ciudad.
Gravísimo es que para que llegue uno solo de estos pobres loros a Europa habrán muerto un montón de ellos por el camino pues las condiciones son terriblemente crueles. Y cuando han sido capturados en edad tardía, no se adaptan ya a la prisión, como es de esperar, y mueren pronto.
En México se capturan ilegalmente de 65.000 a casi 79.000 psitácidas al año. La mayoría mueren en el camino además de que, en el proceso de captura, se destruyen nidos y se abandonan huevos y polluelos. Esto las ha puesto al borde de la desaparición en el país, reduciéndose sus poblaciones más del 90%. La gran mayoría se capturan para el comercio en el propio país. Antes se vendían sobretodo a EEUU.

Y aquí arriba tenéis una foto que saqué no sin dificultad; son loros grises africanos (Psittacus erithacus) que no tienen anilla, que son ilegales, que han sido capturados en África, probablemente en Camerún, donde habían nacido en libertad y habían sido criados cuidadosamente por sus padres, que nunca jamás sobrevolarán en un bando o con su pareja las selvas que les vieron nacer, que nunca sentirán la paz de la foresta, el murmullo de los arroyos, la caricia de la lluvia en las hojas de los árboles y en su propio plumaje ni esperarán pacientes el amanecer para un nuevo día lleno de vivencias y descubrimientos. Como ellos conté más de 165 loros grises africanos. A partir de ese número perdí la cuenta pues me despisté. Sólo hay que introducirse en el interior de los puestos del mercado y adentrarse en las más oscuras habitaciones del fondo; allí os podéis encontrar esta penosa imagen de cientos de loros que nunca
volverán a la Naturaleza.

Este loro de arriba vive enjaulado en Canarias, en un bar de carretera. Una montañita de excrementos se acumula bajo él.

Entre 1995 y 1999, nada menos que 175.000 loros grises africanos silvestres fueron exportados de forma legal (imagináos cuántos de forma ilegal aprovechando la coyuntura), para ser encerrados de por vida en una jaula para que sus "propietarios", en momentos de aburrimiento al regreso del trabajo, les escuchen imitar patéticamente cualquier estupidez. El loro gris africano está protegido bajo Ley Internacional pero en ciertos países se capturan de forma ilegal pues son desgraciadamente muy apreciados como "mascotas" en Europa porque tienen una increíble facilidad, maldita facilidad, para la imitación de palabras humanas, lo que parece entretener a las mentes vacías y los cerebros de chorlito. Hay puntos de exportación en África adonde llegan estos loros desde otros lugares y desde donde van a venir hasta Europa, lugar en el que los más descerebrados ciudadanos pagarán por ellos para tenerlos en su casa encerrados de por vida esperando a que imiten palabras sin sentido. Más de 10.000 loros grises son capturados anualmente en África Central para ser vendidos como mascotas en los países del Hemisferio Norte. Pero sucede que las cuotas de exportación del CITES no suelen ajustarse a criterios científicos porque ni se ha estudiado la población ni se ha tenido en cuenta la situación del momento presente. Para colmo, esas cuotas son revasadas ampliamente por aquellos países que exportan, como puede ser Camerún, que en 1996 exportó 23.000 loros grises africanos y teníauna cuota de CITES de 12.000, que además debería tener que haber sido, seguramente, menor, si el CITES se hubiera atenido a criterios de sostenibilidad.
La cuota que tiene Camerún de 12.000 anuales ya la superan cada año pues exportan 15.000 loros grises todos los años según datos de SEO/BirdLife. Lo mismo hace Congo. Y tened en cuenta, además, que hay una cantidad indefinida de exportaciones ilegales. La UE importó, en 1999, 33.341 loros grises legalmente. A España fueron casi el 19% de ellos. En España se desmanteló una red internacional de comercio ilegal de loros grises africanos que había llevado a este país casi 4.000 ejemplares en 4 años (de 1998 a 2002).
En Camerún hay una zona donde se capturan cada año más de 15.000 pobres loros grises africanos, la mayor parte de los cuales muere si no durante la captura misma, durante el transporte y la manipulación, que se realiza como si de mercancía pura se tratase.

Aquí os pongo una foto de Diana May sacada en Camerún y publicada por World Parrot Trust y que muestra una captura de loro gris para la venta. Ese ejemplar que marco con círculo seguramente murió por el camino porque eso le pasa a la mayor parte; pero también pudo tener la "suerte" de sobrevivir y ahora tener la desgracia de estar en alguna jaula en un piso cualquiera de una ciudad cualquiera de España, o de Suecia, o de Holanda... o en una tienda de animales donde la gente le mira y le dice tonterías esperando a que responda. Ése ha sido su destino final. En la foto escribo “loro gris capturado que será prisionero para siempre en casa de algún europeo”.
Una investigación en Camerún realizada por Simon Tamungang y apoyada por la Fundación Loro Parque informa de que algunos comerciantes de Camerún han encontrado la forma de exportar a Europa y Asia y otros subastan loros o trafican ilegalmente con países vecinos que los venden a otros comerciantes.
Además, han encontrado algo terrible: están matando loros grises para vender plumas y otras partes.
Otro caso terrible de tráfico es el causado por la acuariofilia. Se venden 350 millones de peces tropicales anualmente con destino a los acuarios de los países ricos. Y estos son sólo el 10% de los capturados. El resto, murió por el camino. La voraz y egoísta afición a los acuarios marinos está devastando la biodiversidad de ríos tropicales y arrecifes de coral. Los peces de acuario de agua dulce que provienen de captura vienen sobretodo de la cuenca Orinoco-Amazónica, SE Asia y África. De Colombia salen al año 20 millones de peces capturados en la cuenca del Orinoco principalmente y vendidos por millones de dólares en USA y Europa, principalmente Alemania, así como Japón. Alemania importa millones de peces al año.

Mientras haya compradores, habrá tráfico. Si compras un animal, lo que haces es alimentar el tráfico de especies.
David Nieto Maceín.

3 comentarios:

  1. los peces tropicales que venden en acuarios provienen de criaderos...?

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  2. Sólo ciertas especies provienen de criaderos. Lee el final del artículo. Los guppies por ejemplo crían muy bien en cautividad y nacen en criadero. Pero por ejemplo los escalares son todos capturados en Amazonas. Una desgracia.

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  3. Hola, excelente tu post!!!
    Soy fanática de los loros... siempre y cuando sean criados en cautividad... Ojalá el tráfico no existiera... Luego vamos a llorar por estas especies maravillosas cuando ya no haya... y no vamos a poder hacer nada!

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